DECÁLOGO DE
NUTRICIÓN SALUDABLE
1.- En la variedad está el gusto: ningún alimento contiene todos los nutrientes esenciales, por lo que es
fundamental comer diferentes tipos de alimentos.
2.- Aumenta el consumo de alimentos de
origen vegetal, hortalizas, frutas, verduras, legumbres y frutos secos: son la fuente principal de vitaminas, minerales y fibra. Es fundamental
consumir 5 raciones de fruta y verdura a diario.
3.- Usa aceite de
oliva como grasa fundamental: es un alimento rico en vitamina E, beta-carotenos y ácidos grasos
monoinsaturados que le confieren propiedades cardioprotectoras.
4.- Consume a
diario de hidratos de carbono: pan, pasta, arroz, patatas, cereales… Son nuestra fuente principal de energía.
Los productos integrales nos aportan más fibra, minerales y vitaminas.
5.- Consume
diariamente productos lácteos, principalmente yogurt y quesos: son excelentes fuentes de proteínas de alto
valor biológico, minerales (calcio, fósforo, etc.) y vitaminas, además mejoraran
el equilibrio de la microflora intestinal. Se aconseja tomar estos productos
desnatados, a las personas que quieran reducir su peso.
6.- Reduce el consumo de carnes rojas, carnes
pocesada, embutidos y grasa animal (mantequilla, manteca…). Las carnes contienen proteínas, hierro y grasa
animal en cantidades variables. El consumo excesivo de grasas animales no es
bueno para la salud. Por lo tanto, se recomienda el consumo en cantidades
pequeñas, preferentemente carnes magras, y formando parte de platos a base de
verduras y cereales.
7.- Toma pescado en abundancia y huevos con moderación. Se recomienda el consumo de pescado azul
como mínimo una o dos veces a la semana ya que sus grasas tienen propiedades protectoras
frente enfermedades cardiovasculares. Los huevos contienen proteínas de
muy buena calidad, grasas y muchas vitaminas y minerales que los convierten en
un alimento muy rico. El consumo de tres o cuatro huevos a la semana es una
buena alternativa a la carne y el pescado.
8.- Reduce el consumo de sal y evita los
alimentos procesados, preelaborados y la comida rápida: son una fuente de sodio y grasa extra que nuestro
cuerpo no necesita en absoluto.
9.- Hidratación suficiente: es fundamental mantener el cuerpo bien hidratado, ya que más de la
mitad del peso es agua. Asegúrate, por tanto, que recibes el aporte necesario
de líquido (al menos 5 vasos cada día). Si hace mucho calor o realizas una
actividad física intensa, deberás incrementar el consumo de líquidos para evitar
deshidratarte.
10.-. Realiza 5 o 6 comidas diarias: nuestro cuerpo necesita disponer de energía a cada instante. Saltarse
las comidas, sobre todo el desayuno, puede conducir a
una sensación de hambre descontrolada, causando a menudo una 'sobreingesta'
posterior. Picar algo saludable (un yogur desnatado; un puñado de frutos secos;
un bocadillito de pavo; una fruta...) a media mañana o a media tarde te ayudará
a contener el hambre.
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